Me configuraron la cabeza

 Preguntarse cómo se llega a donde se llega, por qué se acepta lo que se acepta. No es que me cuesta hablar porque soy tímida, porque tengo vergüenza. No me callo porque no me ánimo a contarlo. Me cuesta porque me configuraron el pensamiento desde chica, a mí y a todes. 

Quince años. Recreo en el colegio, rodeada de amigas y algún amigo. Era Noviembre, uno de esos días calurosos. Me arremangué la remera de manga corta hasta los hombros, me moría de calor. No tardó ni un minuto mi amigo en decirme "No tuviste tiempo de depilarte, parece". No, sí tuve tiempo. Sólo que mi mente de adolescente creyó que podía relajarse un poco y no depilarse las axilas por cuatro días, CUATRO, que no tenía las miradas encima. Hoy lo pienso y es una estupidez, me acuerdo que le contesté mal, le dije algo así como que él tenía una uniceja y nadie se quejaba. La diferencia era que a los hombres se les permite no hacer nada con su físico o, al menos, se les permite más que a las mujeres. Mis amigas se quedaron riéndose. Yo ya sabía que catalogaban a las chicas que no se depilaban de "sucias". No me lo dijeron, pero me di cuenta. 

Trece años. Charla con dos amigas en la casa de una de ellas. Estábamos hablando de cómo eran los hombres, que "siempre estaban calientes". Llegamos a hablar de masturbación, mi mejor amiga se reía porque su novio se masturbaba mucho. Yo dije que me parecía loco, que no lo había hecho nunca. Una de ellas dijo que porque eso no era cosa de pibas, que las mujeres no nos andábamos tocando como los hombres, que para eso "garchabamos" y listo. La otra volvió con el tema de la suciedad. Si te tocas, sos sucia, ¿qué hacés que estás metiendo los dedos por ahí? ¿Para qué? ¿Qué necesidad tenés? Es más higiénico estar con otro, los hombres porque son sucios y a ellos se les permite serlo. 

No las critico a ellas, probablemente escucharon las mismas cosas de la misma forma que yo. Lo dijo otro, te configura la cabeza y después lo repetís vos. La cantidad de veces que me he reído cuando me enteraba que otra chica se masturbaba. Hasta los dieciséis no me di cuenta que no tenía nada de malo. Recién a los diecisiete me animé a hablarlo con una amiga más grande y admitir que lo hacía. Masturbación, gente. 

Y esto recién empieza. 

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